Para realizar una gestión adecuada de los quirófanos es imprescindible saber con certeza el rendimiento de cada uno de ellos, es decir, es necesario conocer como se emplea el tiempo en las sesiones quirúrgicas. Normalmente, el tiempo empleado en la realización de una intervención quirúrgica se registra y es fácil de determinar. Por el contrario, el registro de los tiempos muertos entre intervención e intervención no se suele llevar a cabo y, cuando se hace, se realiza de una forma global y muchas veces aproximada. Sin embargo, estos tiempos también determinarán el rendimiento del quirófano y sobre ellos también se puede actuar introduciendo medidas correctoras.
Una buena gestión de los tiempos puede producir una mejora en el rendimiento de la actividad quirúrgica con un impacto en la reducción del gasto.
Según Ayuso y Grande (2006), para poder hacer un análisis de la utilización real, en tiempo, de un quirófano, hay que tratar de definir claramente los conceptos y registrar los tiempos de la siguiente manera:
- Tiempo ofertado total: el tiempo que diariamente un quirófano está dotado de personal para realizar intervenciones programadas.
- Tiempo utilizado efectivo: el tiempo transcurrido desde la llegada del primer paciente programado al quirófano hasta la salida del último paciente programado de la sesión quirúrgica.
- Tiempo no utilizado: la diferencia entre el tiempo ofertado y el tiempo utilizado efectivo.
- Tiempo de prolongación en cirugía: el tiempo transcurrido desde la hora fijada para la finalización del quirófano del último paciente del día hasta el momento en que realmente el último paciente sale del quirófano.
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RENDIMIENTO QUIRÚRGICO, ¿ES POSIBLE MEDIRLO?
Publicado por
OMAR JOSÉ MONTILLA SUÁREZ
Etiquetas:
área quirúrgica,
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